El volante de la selección chilena que emprende un complicado desafío en Italia

Marcelino Núñez, Guillermo Maripán, Ben Brereton y Joaquín Montecinos. Pese a los malos resultados de la selección chilena en los últimos años, diversos talentos jóvenes han emergido como cartas para el recambio, un proceso que ha tardado en darse en la selección chilena pero que cuenta con algunos puntales que ilusionan.

Si bien el déficit parece ser, por excelencia, la delantera, a diferencia de los defensas y la línea de volantes, el momento que viven jugadores como Arturo Vidal, Erick Pulgar y Charles Aránguiz parece ser idóneo para la aparición de nuevos nombres en esta parte de la cancha, una que desde hace tiempo se ha caracterizado por marcar un triángulo con dos interiores y un pivote. 

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Es por ello que el nombre de Pablo Galdames, tras su debut con ‘la Roja’  en enero de 2017, sonó fuerte en los últimos procesos del equipo nacional. Tras su llegada al fútbol de la Serie A, el hijo del futbolista homónimo y hermano de los también futbolistas, Thomas y Benjamín, ha sido una alternativa constante en las nóminas de la selección desde su aparición. 

En medio del cierre de fichajes en el fútbol del Viejo Continente, Galdames fue oficializado como refuerzo del Cremonese de la división de honor del calcio, equipo al que llega procedente del Genoa en condición de préstamo haciendo un salto en su carrera, luego de disputar la Serie B con su equipo en Italia. 

Difícil tarea 

Pese a que sube a disputar la primera división del fútbol italiano, la situación del que será su nuevo equipo por los próximos meses no es la mejor. Colistas de la Serie A con apenas ocho puntos en 20 partidos jugados, siendo uno de los tres equipos en condiciones de descenso junto a la Sampdoria y el Hellas Verona. A ponerse el overol, Pablito.